Ideal para ver desnudo con la ventana abierta, el documental relata las experiencias de decenas (en representación de centenas) de cineastas que han sido víctimas de la censura arbitraria del comité de clasificación (MPAA), cuya identidad de los miembros se mantiene reservada. Los grandes estudios de hollywood, la iglesia y otros intereses unidos en la vergonzosa actividad de un país "libre y democrático" que prioriza cruenta violencia antes del placer del ser humano.
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